miércoles, 14 de diciembre de 2016

Breve esquema para el comentario de textos.


Hay que analizar conjuntamente lo que el texto dice y cómo lo dice.

Puede haber distintas explicaciones válidas a un mismo texto.

La facilidad en el comentario sólo se consigue mediante la reflexión y la práctica.

Consejos para hacer un buen comentario de texto.

-          Evitar parafrasear el texto.
-          Leer despacio para descubrir lo que el autor quiso expresar.
-          Concebir el texto como una unidad en la que todo está relacionado.
-          No usar el texto para explicar detalladamente la vida y obra del autor ni temas ajenos a él.
-          El comentario no puede ser un simple inventario de figuras literarias.
-          Ser sincero en el juicio crítico.

  1. LECTURA COMPRENSIVA Y LOCALIZACIÓN DEL TEXTO (¿Qué dice?, ¿para qué lo dice? – intención del autor-, y ¿cómo lo dice? – organización del texto-.)

a)      Comprensión del texto: En una primera lectura atenta se debe tratar de entender el texto. La segunda y posteriores lecturas deben llevarte a subrayar palabras o párrafos importantes, a hacer anotaciones.

b)     Localización del texto

          Debemos acotar el texto en dos aspectos: como texto literario en sí; como obra dentro de la Historia de la Literatura.

Como texto literario: puede pertenecer al género lírico, dramático, narrativo; como subgénero puede ser novel, cuento, ensayo, tragedia, comedia, égloga, etc.

Como obra dentro de la Historia de la Literatura hay que indicar autor, obra, período, movimiento al que pertenece, características generales del movimiento, autor y obra que se reconozcan en el texto.

* Conviene comentar el punto de vista del autor. Si es un texto lírico predomina le punto de vista subjetivo; si es un texto narrativo hay que localizar el tipo de narrador: narrador omnisciente (utiliza la tercera persona), narrador objetivo, narrador testigo (combina la primera y la tercera persona), narrador protagonista (utiliza la primera persona)…

  1. ANÁLISIS DEL TEXTO

En primer lugar debemos determinar el tema y la estructura.

  • Tema:

a)      Características del tema: tradicional o innovador, amoroso, moral, social,...
b)      Si es un tópico literario: carpe diem, ubi sunt, locus amoenus,...; debe explicarse y justificarse en relación con la época a la que pertenece.
c)      Si es un tema habitual del autor o de la corriente literaria a la que pertenece.

  • Estructura: la división del texto en partes relacionadas entre sí. Solamente si es necesario o relevante para explicar el texto.

Análisis de la forma y el contenido

No es posible, en ningún caso, separar lo que dice el autor de cómo lo dice, el contenido de la forma. Cada rasgo formal que encontramos en el texto refleja algo del contenido.

Podemos estructurar en tres apartados los rasgos formales del texto literario, dependiendo del plano de la lengua al que afectan: nivel fónico, nivel morfosintáctico, nivel léxico-semántico. Nunca debe presentarse un comentario en el que los diferentes planos estén organizados de forma independiente y separada. Esta división sólo sirve para organizar ideas y delimitar ciertos aspectos, para evitar que se escapen detalles.

a)      Plano fónico: Si estamos ante un texto en verso, en primer lugar debemos realizar el análisis métrico y después explicar la estrofa y el verso. Luego las figuras que afectan al plano fónico: aliteración, onomatopeya, paronomasia,...
b)     Plano morfosintáctico: Son las categorías gramaticales y su combinación sintáctica.

-          Si destaca el uso nominal frente al verbal es que predomina el estatismo sobre el dinamismo y el ritmo, por tanto, es más lento. Si abunda el uso de sustantivos concretos sobre los abstractos puede predominar la objetividad sobre la subjetividad.
-          Es de especial relevancia el uso del adjetivo como elemento embellecedor de la lengua literaria: ayuda a hacer valoraciones subjetivas, clasifica y transforma la realidad, resalta cualidades,... Prestaremos especial atención al epíteto.
-          Si lo que predomina es el uso de verbos el texto será dinámico, narrativo.
-          Las figuras que afectan al plano morfosintáctico son: epíteto, pleonasmo, asíndeton, polisíndeton, anáfora, epanadiplosis, hipérbaton, paralelismo,...

c)      Plano léxico-semántico: frecuencia de determinados tipos de palabras, la selección, la riqueza... También el uso de arcaísmos, cultismos, vulgarismos, etc. Las figuras que afectan a este plano son muchas: homonimia, polisemia, antítesis, paradoja, juegos de palabras, perífrasis, ironía, hipérbole, personificación, metáfora, metonimia, símbolos, imágenes, etc.


  1. CONCLUSIÓN Y JUICIO CRÍTICO
          Podemos acabar con un brevísimo resumen que destaque los aspectos que más nos han llamado la atención por su fuerza expresiva, por la originalidad… Se trata de hacer una síntesis que resuma las ideas principales de nuestro comentario. Es especialmente importante dejar cerrado el comentario, que no dejemos un final abrupto ni incompleto.


sábado, 10 de diciembre de 2016

martes, 15 de noviembre de 2016

RIK EMMETT & RESOLUTION 9 - Res 9 (2016)




Una de las consecuencias de todos los “avances” ˗no sé realmente en qué avanzamos˗ que estamos viviendo/sufriendo es que hemos perdido la perspectiva. El poder de las masas es cada vez mayor; sacar los pies del tiesto lo convierte a uno en un estirado, un raro en el peor sentido de la palabra. Y con ello las mediocridades han alcanzado la categoría de grandeza por el simple hecho de que son admiradas por las mayorías tiránicas que no dejan espacio para que otras realidades tengan lugar. Como consecuencia, hechos de gran dimensión pasan a ser anecdóticos, migajas para esas minorías inadaptadas o directamente vanidosas que por una ridícula cuestión de impostura (postureo hay que decir ahora, porque lo dicen todos), prefieren lo que no quiere nadie. No hablo ya de trascendencia, sino de sensibilidad y no de sensiblería.

Rik Emmett. ¿Quién es ese tío y a quién le importa lo que haga? ¿Lo conoce La Gente? ¿Entonces cómo va a ser relevante lo que haga? Lamentablemente puede que sea cierto y a nadie le importe; en realidad a nadie le importa. Aunque haya compuesto un disco digno de figurar entre lo más admirable del último año, un disco lleno de humanidad, sentimiento, autenticidad, tacto y espiritualidad. Poseedor de una voz peculiar, indudablemente reconocible, y una capacidad para interpretar cada nota de un modo conmovedor. Quedan pocos así, me temo. Pocos que no necesitan gritar para que sus admiradores se estremezcan por sus aptitudes vocales, y así ellos puedan demostrarte lo bien que cantan.

Aunque sé que mi digresión puede alcanzar la categoría de panfleto quejoso, me resulta inevitable, pues cada vez más siento que el arte es, más que injusto, cruel, ingrato, y que los artistas que de verdad merecerían ese tratamiento no lo tienen y se lo llevan aquellos que aún no saben ni la mitad de lo que saben éstos, y que confunden las sensaciones con el sensacionalismo.

Aun así, unos pocos raros tenemos la fortuna de poder disfrutar, de sentir como verdaderas las emociones que nos regala Emmett y sus RESolution9 en este disco maravilloso, que comienza como un álbum de rock & roll que recuerda a sus Triumph, continúa como uno de hard rock que sigue la línea de algunos de sus trabajos en solitario, para pasar a ser un disco de blues melódico, rebosante de momentos mágicos y conmovedores que lleva a un estado de plenitud momentánea a quien lo escuche (es difícil que la plenitud dure mucho). Durante esos momentos deja de importar casi todo lo que nos rodea, y eso en estos tiempos no tiene precio. La parte final del trabajo recupera el tono más rock-pop con la impagable “Heads up” y “Rest of my life” para cerrar definitivamente con “End of the line”, a dúo con Alex Lifeson y James LaBrie. Con ellos completa una construcción con sentido total, pues Lifeson colabora en la anterior “Human Race” y LaBrie en la bellísima “I sing”, una de las mejores canciones del disco. “I sing” muestra la solución catártica que supone la música, con unos coros femeninos casi góspel y unas melodías sobrecogedoras. A ésta le sigue “My cathedral”, de evidentes resonancias religiosas, y a continuación “The ghost of shadow town” mantiene maravillosamente el tono vestido de blues. No es extraño, ya que los músicos que acompañan a Emmett están curtidos en el blues y el jazz. Dave Dunlop, inseparable en los últimos años de Emmett, hace una labor espectacular a las guitarras, Steve Skingley está fantástico al bajo y lo mismo se puede decir de la batería de Paul Delong. Como el mismo Rik dice, “no se puede llevar a cabo este tipo de proyectos al cien por cien por una única persona”.

Y hablando de compañías, la esperada canción con sus compañeros de Triumph, Gil Moore y Mike Levine no es lo que muchos esperan: es mejor. “Grand parade”, que aparece como bonus track, algo muy significativo, es una canción semiacústica magistral, que le remueve a uno por dentro, emotiva y dolorosa.

RES 9 es una especie de recorrido por la historia musical de Rik Emmett en el que están muchos de los períodos musicales por los que ha pasado. Desprende un envidiable optimismo pero, lejos de contagiarme, no puedo evitar sentir una extraña melancolía.



RIK EMMETT & RESOLUTION9

RIK EMMETT: CANTANTE, GUITARRA
DAVE DUNLOP: COROS, GUITARRA
STEVE SKINGLEY: COROS, BAJO
PAUL DELONG: BATERÍA







sábado, 5 de noviembre de 2016

"La cobra del pueblo", por Elvira LINDO.


A pesar de las redes y de la sobreinformación todavía quedan, a día de hoy, algunas personas inocentes. Benditas sean. Mi marido me llama desde su cuarto porque tiene una duda.

—¿Qué es hacer la cobra?— pregunta.

—Dícese del gesto ondulante que hace una persona con la cabeza hacia atrás para evitar un beso que no desea.

—Ya. Pues mira qué titular viene hoy en primera (da igual el periódico, fueron todos): “Así se vivió en Podemos la cobra de Bisbal a Chenoa”. Pero… ¿es que nos estamos volviendo todos idiotas?


Le advertí de que no lo dijera muy alto porque conviene aceptar un hecho insoslayable: hace años que la gente dejó de ser gente para convertirse en audiencia, y que la audiencia ha decidido que lo que más público tenga es lo que importa. Por su parte, los políticos, siempre dispuestos a halagar a sus posibles votantes, han asumido que al programa con más audiencia se le bautiza como “cultura popular”, y como es cultura y es popular hay que sumarse a su éxito. Disentir de lo que las masas aplauden, le advertí, es de snobs y elitistas.

Luego está la deriva de la televisión pública. [...] Nadie se pregunta, por ejemplo, por qué en los denostados 80 llegó a haber en TVE hasta 18 programas musicales y ahora todo se reduce a una especie de shows en los que lo emocional de los intérpretes cuenta más que su arte. Como consecuencia, si usted y yo no conocemos los grupos musicales que recorren ahora mismo en su camioneta las carreteras de España es porque la tele pública les ha negado su espacio. Lo que no se ve se convierte en minoritario, y lo minoritario, según esos defensores a ultranza de lo masivo, es elitista. Y así todo. O sea, que si hay algo masivo que te disgusta o de lo que ni tan siquiera quieres enterarte eres un aburrido, un arrogante y un cursi. Lo guay es sumarse a la masa. No siempre fue así: ocurría que la cultura popular nacía del pueblo e iba conquistando los corazones de la gente, el proceso era de abajo arriba; en cambio, ahora, promovida por las grandes corporaciones, la música es un producto impuesto desde arriba de manera tan avasalladora que acaba colonizando a los que no tienen otro hueso que roer. Al negocio se suman aquellos que de manera condescendiente bautizan lo masivo como cultura del pueblo. De esta forma, justifican la baratura que se ofrece en el espacio público e ignoran sin mala conciencia ese arte verdadero que hunde sus raíces en lo popular o en lo pop.

Suele decir Woody Allen que la música que ilustra sus películas es la que él escuchó de niño en la radio. Para sus oídos infantiles, ni Ella Fitzgerald ni Louis Armstrong eran músicos elevados difíciles de comprender, al contrario, resultaba muy sencillo aprenderse y cantar sus melodías. Tuvo la suerte de haber crecido cuando la música popular que sonaba en la radio al alcance de cualquiera era excelente. También lo fue cuando llegaron otros ritmos en los 60 y en los 70. Y podría ocurrir ese milagro hoy en nuestro país si los medios públicos fueran fieles a su esencia y promocionaran el talento.

Esta semana, la dichosa cobra abrió el telediario de TVE. Esta semana, leí la palabra elitista como insulto tantas veces en los medios españoles que llegué a visualizar la verdadera cultura del pueblo yéndose por el sumidero. También leí que sobre gustos no hay nada escrito, un dicho irritante por la falsedad y pereza que contiene, porque sí hay escrito mucho, empezando por Juan de Mairena cuando defendía aquella “escuela popular de sabiduría superior”.

http://cultura.elpais.com/cultura/2016/11/04/actualidad/1478275593_940240.html

martes, 18 de octubre de 2016

Texto de Antonio Machado para comentar (Generación del 98)


  

 Allá, en las tierras altas,
por donde traza el Duero 
su curva de ballesta
en torno a Soria, entre plomizos cerros
y manchas de raídos encinares,
mi corazón está vagando, en sueños...
  ¿No ves, Leonor, los álamos del río
con sus ramajes yertos?
Mira el Moncayo azul y blanco; dame
tu mano y paseemos.
Por estos campos de la tierra mía,
bordados de olivares polvorientos,
voy caminando solo,
triste, cansado, pensativo y viejo.




martes, 11 de octubre de 2016

"Sing Street" (John Carney, 2016)




Las escenas de despedida podrían suponer casi un subgénero dentro de la historia del arte cinematográfico. Algunas de ellas están en la memoria –y en el corazón– de cualquier aficionado. Se podría hacer una selección, a modo Cinema Paradiso, y tendríamos algunos de los momentos más hermosos que jamás se hayan visto en una pantalla.

John Carney ha filmado, con Sing Street, una nueva obra con la música como protagonista, cuyos personajes, como en las anteriores, tocan y cantan, en la que lo musical no es el fondo, sino también la forma. Sería este nuevo filme el tercero de una especia de trilogía del musical contemporáneo junto a Once y Begin again. En todas ellas el proceso de creación artística va ligado a la evolución de los personajes, las canciones que ellos cantan cuentan su historia. Hay en ellas, también, un doble plano que en Sing Street se explicita: la alegría, la felicidad que proporciona la música tiene un fondo casi irrenunciable de tristeza. “Happy sad” lo llaman.

Ambientada a mediados de la década de los ochenta, Sing Street nos presenta a un adolescente al que sus padres trasladan de colegio a causa de las dificultades económicas por las que pasan. Llega a un centro religioso que parece sacado de un videoclip de la época con alumnos macarras, profesores sádicos, y matones de medio pelo. Para acceder a una chica que le gusta, este joven le propone aparecer en el videoclip de una canción que va a grabar con su banda de música, banda que, la chica no lo sabe, aún no ha formado. El proceso de creación del grupo, las canciones, y las experiencias de la vida de Conor que van quedando plasmadas en cada uno de los temas que compone, son la partitura narrativa de la película, una película que presenta lo que ha significado la música para generaciones de jóvenes, ese mundo que permite escaparse y protegerse de las tristezas que nos acompañan a diario y que muchas veces son el reflejo de todas ellas. Mientras los padres del joven discuten y se separan, él y su hermano suben el volumen del reproductor para no escuchar sus voces y discusiones. Precisamente en la relación de Conor con su hermano mayor tenemos algunos de los mejores momentos de la película.

Parece una historia que se ha contado muchas veces, es una historia que se ha contado muchas veces, pero no importa. Como en las películas anteriores de Carney, la emoción conquista casi todas las escenas, la inocencia de sus personajes obliga a empatizar con ellos sin remedio. Y cuando uno quiere reaccionar ya es prisionero en la celda del pentagrama que Carney ha compuesto con generosas dosis de romanticismo, tristeza, humor y optimismo. La doble capa de felicidad/tristeza, happy sad, que envuelve la historia hace que el espectador sonría mientras intenta contener las lágrimas.


Esa misión se revela imposible cuando asiste a una de las escenas de despedida más conmovedoras que se han filmado en los últimos años, una escena de emoción auténtica, verdadera, que se podría añadir a ese montaje ideal de clásicos imprescindibles. Y con la aportación de una banda sonora excepcional.








domingo, 9 de octubre de 2016

Cantar de Mio Cid.


Comentaremos el siguiente texto:


El que en buen hora ha nacido   se prepara sin tardanza;
viste una túnica fina;   crecida trae la barba.
Ensíllanle a Babieca   y lo cubren con gualdrapas;
nuestro Cid salió sobre él; de justar eran sus armas.
El caballo que el Cid monta   por nombre Babieca llaman.   
Pruébalo en una carrera  que a ninguna otra se iguala.
Así que él hubo corrido,   todos se maravillaban.
Desde aquel día Babieca   fue famoso en toda España.
En un extremo del campo   nuestro Cid ya descabalga.
Fuese para su mujer   que con sus hijas estaba.
Al verlo doña Jimena   échase a sus pies, postrada:
-Gracias, Campeador, os doy. ¡Qué bien ceñís vos la espada!
Vos a mí me habéis sacado   de muchas vergüenzas malas.
Aquí me tenéis, señor,   vuestras hijas me acompañan.
Con Dios y vos por ayuda,   buenas son y ya están criadas.  
A la madre y a las hijas   con grande amor las abraza.
El gozo que sienten todos   les hace soltar las lágrimas.

gualdrapa: cobertura larga que cubre y adorna las ancas de las caballerías.




"Melancolía", de Rubén DARÍO.


Comentaremos este texto:


XXV
MELANCOLÍA

Hermano, tú que tienes la luz, dime la mía.
Soy como un ciego. Voy sin rumbo y ando a tientas.
Voy bajo tempestades y tormentas
ciego de sueño y loco de armonía.

Ése es mi mal. Soñar. La poesía
es la camisa férrea de mil puntas cruentas
que llevo sobre el alma. Las espinas sangrientas
dejan caer las gotas de mi melancolía.

Y así voy, ciego y loco, por este mundo amargo;
a veces me parece que el camino es muy largo,
y a veces que es muy corto...

Y en este titubeo de aliento y agonía,
cargo lleno de penas lo que apenas soporto.

¿No oyes caer las gotas de mi melancolía?

Rubén Darío. Cantos de vida y esperanza.




lunes, 3 de octubre de 2016

"No siempre fija y da esplendor", por Arturo Pérez-Reverte.


Este artículo de hoy es una disculpa y una confesión de impotencia. Durante los trece años que llevo en la Real Academia Española he recibido, como otros compañeros, numerosos comentarios, sugerencias y peticiones de ayuda. Se nos han enviado repetidas muestras de disparates lingüísticos vinculados a la política, al feminismo radical, a la incultura, a la demagogia políticamente correcta o a la simple estupidez; de todo aquello que, contrario al sentido común de una lengua hermosa y sabia como la castellana, la ensucia y envilece. Y debo decir, en honor a la Academia, que a lo largo de todo ese tiempo he asistido a muchos intentos por ayudar a quienes piden consejo o amparo ante la estupidez, la arbitrariedad y el despropósito. Por dar respuesta eficaz a las quejas de ciudadanos indignados con el maltrato que de la lengua se hace en medios informativos y televisiones, apoyar a padres a cuyos hijos se impide estudiar en castellano, orientar a funcionarios de autonomías donde las autoridades locales imponen disparates que violentan el sentido común, o defender a quienes son víctimas de acoso por no pretender sino ejercer su derecho a hablar y escribir con propiedad la lengua española.

Sin embargo, muy rara vez la Academia ha hecho oír en público la voz de su autoridad. Sólo recuerdo un caso en trece años, pese a que cada denuncia, cada sugerencia razonable, ha sido llevada a los plenos de los jueves por algunos de nosotros pidiendo intervenciones menos discretas y más contundentes. El último debate fue antes del verano, cuando funcionarios y profesores andaluces pidieron amparo ante unas nuevas normas que pueden obligar a los profesores, en clase, a utilizar el ridículo desdoblamiento de género que, excepto algunos políticos demagogos y algunos imbéciles, nadie utiliza en el habla real. Eso nos llevó en la RAE a un animado debate, en el que algunos, incluido el director, nos mostramos partidarios de escribir una carta a la Junta de Andalucía para señalar ese despropósito. Pero la iniciativa, cual todas las anteriores sobre esta materia, no salió adelante. La Academia, como tantas otras veces, volvió a guardar silencio.

Esto requiere una explicación. En la Academia, los acuerdos se toman por unanimidad o mayoría; pero allí, como en otros lugares, hay de todo. Eso incluye a acomplejados y timoratos. Es mucha la presión exterior, y eso lo comprendes. No todo el mundo es capaz de afrontar consecuencias en forma de etiqueta machista, o verse acosado por el matonismo ultrafeminista radical, que exige sumisión a sus delirios lingüísticos bajo pena de duras campañas por parte de palmeros y sicarios analfabetos en las redes sociales. Lo notas en las miradas cómplices o aprobatorias cuando planteas algo conflictivo, miradas que luego contrastan con los silencios a la hora de mojarse o de votar. «Para qué nos vamos a meter en política», argumenta alguno, para quien meterse en política es todo aquello que nos lleve a opinar en público. Incluso la iniciativa –hasta hoy frustrada– de que la RAE presente y difunda un informe anual sobre el estado de la lengua, la consideran injerencia.

El único ejemplo reciente de coraje público lo dimos cuando Ignacio Bosque, quizá nuestro más brillante compañero, presentó su famoso informe contra la estupidez de género y génera. Aun así, el profesor Bosque lo hizo como iniciativa personal, y algunos académicos se negaban a refrendarlo hasta que tuvieron que plegarse a la mayoría. Aquello era, apuntaban como siempre, «meternos en política».

Y es que, como dije antes, en la RAE hay de todo. Gente noble y valiente y gente que no lo es. Académicos hombres y mujeres de altísimo nivel, y también, como en todas partes, algún tonto del ciruelo y alguna talibancita tonta de la pepitilla. En Felipe IV sigue cumpliéndose aquel viejo dicho: hay académicos que dan lustre a la RAE, y otros a los que la RAE da lustre. Que acabaron ahí por carambolas, cuotas o azares, y deben a la Academia buena parte de lo que son, o aparentan ser, ahora.


Pero en fin. Unos cuantos académicos lo seguiremos intentando. La RAE lo merece: notario de la lengua española y vértebra capital de una patria de 500 millones de hispanohablantes cuya bandera es El Quijote. A veces, es cierto, en episodios como los que acabo de narrar, apetece coger la puerta e irse; pero no es cosa de regalar esa satisfacción. Mejor seguir dentro dando por saco, peleando por el sentido común, llamando cada jueves pusilánimes a los que lo son, y estúpidos a quienes creen que por meter la cabeza en un agujero no se les queda el culo al aire.

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Publicado en XL Semanal el 2 de octubre de 2016


lunes, 19 de septiembre de 2016

"Ready Player One", de Ernest Cline. (2011)




La primera novela de Ernest Cline se ha publicado en nuestro país avalada por la noticia de que Steven Spielberg ha comenzado el rodaje de su adaptación a la pantalla.

Se trata de una novela de ciencia-ficción ambientada en el año 2044 en un paisaje postapocalíptico. Casi todas las actividades de la vida diaria se desarrollan en un mundo virtual llamado Oasis, incluso la asistencia a las clases. Su creador, un amante de la cultura y los juegos de los años ochenta y el hombre más rico del planeta, comunicó antes de morir que quien superara una serie de pruebas y encontrara tres llaves para atravesar tres respectivas puertas, heredaría su fortuna. 

Muchos son los que llevan años intentándolo, se han creado organizaciones de buscadores ("gunters"), incluso organizaciones con pocas intenciones altruistas estudian cada segundo de la vida del creador de Oasis para averiguar dónde está la primera llave que dé acceso al resto. 

Un joven que se oculta bajo el nombre de Zeta (o Parzival), que sobrevive miserablemente también busca mientras oculta su verdadera identidad en Oasis. 

La novela está plagada de referencias al cine, la televisión y la música de los años ochenta así como a aquellos primeros videojuegos, que supusieron los primeros pasos de lo que hoy es uno de los entretenimientos de más éxito del mundo.


jueves, 15 de septiembre de 2016

"Cómo ser feliz", de Manuel Hidalgo.


Texto periodístico para comentar:

Leo que la pregunta más 'gugleada' por los españoles durante el año ha sido ésta: "¿cómo ser feliz?". Así está el patio. Los españoles nos preguntamos mayoritariamente cómo ser felices y confiamos en encontrar la respuesta en internet. Todavía no sé qué me produce más melancolía, si la pregunta en sí o la confianza en que Google proporcionará la respuesta. Los españoles, por lo visto, ni somos felices ni sabemos cómo serlo, y, para colmo de males, tampoco sabemos que internet es el medio menos aconsejable para encontrar la felicidad.

Alain dejó dicho que para ser feliz -para intentarlo, al menos- hay que mirar a lo lejos. Internet está a un palmo de nuestras narices. Mal asunto.

He tecleado la pregunta "¿cómo ser feliz?". He encontrado casi 14 millones de resultados. No he tenido tiempo de leerlos. Tampoco he tenido tiempo de preguntar "¿cómo tener tiempo?". Pero algo va mal: o todas las respuestas a la pregunta sobre la felicidad son la misma, o existen 14 millones de respuestas. Esto último no me extrañaría nada, ya que el método para ser feliz es algo tan personal que, forzosamente, ha de tener muchas versiones. Inútiles casi todas, ya que lo normal es ser infeliz por más que te propongas lo contrario.


Manuel Hidalgo. El Mundo. (18 de diciembre de 2015)



viernes, 15 de julio de 2016

"101 libros que hay que leer", según Miguel Munárriz.


Es una lista que ha publicado en Zenda. Podéis consultarla aquí:

http://www.zendalibros.com/101-libros-para-leer-antes-de-morir/


martes, 31 de mayo de 2016

Don Juan. Un musical a sangre y fuego.


En octubre se estrenará en Madrid, en el Teatro de la Luz en Gran Vía, un nuevo musical titulado Don Juan. Un musical a sangre y fuego, basado en el texto de José Zorrilla.

De momento tenemos un vídeo de adelanto.




miércoles, 25 de mayo de 2016

Campaña de la RAE contra el abuso de anglicismos en publicidad.




Álex Grijelmo ha abierto el debate con un contundente «no hay solución a corto plazo. El abuso de anglicismos se vincula con un complejo de inferioridad muy hispánico y, además, contribuye a reforzarlo. De ahí que se usen términos en inglés porque se consideran más prestigiosos que los nuestros». Salvador Gutiérrez, por su parte, ha señalado que en la fase de captación de una campaña publicitaria se utilizan distintos recursos que buscan determinados efectos. «Ahí, muchas veces, tienen mayor relevancia las imágenes o los sonidos que aquellos meramente lingüísticos». El académico ha añadido que las palabras que intervienen en la publicidad han de tener un halo de seducción. «Por tanto, mientras no cambie esa atracción, seguiremos utilizando palabras de otros idiomas, aunque ello no signifique que, obligatoriamente, lleguen a la calle».
Joaquín Lorente ha destacado que resulta incluso más preocupante la invasión del inglés en el uso profesional —en nombres de cargos, por ejemplo— que en los propios anuncios, y ha rechazado rotundamente aquello de que «vale más una imagen que mil palabras». «Cuando una expresión es fuerte mueve a sus clientes. Las imágenes impresionan, pero las grandes frases presionan». Mónica Moro ha sido la encargada de cerrar esta primera mesa redonda, recordando la necesidad de actuar en positivo a favor del español y no en negativo en contra del inglés. «Hay que hacer ver a la gente lo maravilloso de utilizar su lengua materna».

http://www.rae.es/noticias/primer-debate-sobre-el-uso-del-espanol-en-la-publicidad


jueves, 19 de mayo de 2016

Para el final de etapa.



“Ítaca”

Cuando emprendas tu viaje a Itaca
pide que el camino sea largo,
lleno de aventuras, lleno de experiencias.
No temas a los lestrigones ni a los cíclopes
ni al colérico Poseidón,
seres tales jamás hallarás en tu camino,
si tu pensar es elevado, si selecta
es la emoción que toca tu espíritu y tu cuerpo.
Ni a los lestrigones ni a los cíclopes
ni al salvaje Poseidón encontrarás,
si no los llevas dentro de tu alma,
si no los yergue tu alma ante ti.

Pide que el camino sea largo.
Que muchas sean las mañanas de verano
en que llegues -¡con qué placer y alegría!-
a puertos nunca vistos antes.
Detente en los emporios de Fenicia
y hazte con hermosas mercancías,
nácar y coral, ámbar y ébano
y toda suerte de perfumes sensuales,
cuantos más abundantes perfumes sensuales puedas.
Ve a muchas ciudades egipcias
a aprender, a aprender de sus sabios.

Ten siempre a Itaca en tu mente.
Llegar allí es tu destino.
Mas no apresures nunca el viaje.
Mejor que dure muchos años
y atracar, viejo ya, en la isla,
enriquecido de cuanto ganaste en el camino
sin aguantar a que Itaca te enriquezca.

Itaca te brindó tan hermoso viaje.
Sin ella no habrías emprendido el camino.
Pero no tiene ya nada que darte.

Aunque la halles pobre, Itaca no te ha engañado.
Así, sabio como te has vuelto, con tanta experiencia,
entenderás ya qué significan las Itacas.
C. P. Cavafis



Caminante, son tus huellas
el camino y nada más;
Caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.
Al andar se hace el camino,
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
Caminante no hay camino
sino estelas en la mar.
Antonio Machado




“Palabras para Julia”

Tú no puedes volver atrás
porque la vida ya te empuja
como un aullido interminable.

Hija mía es mejor vivir
con la alegría de los hombres
que llorar ante el muro ciego.

Te sentirás acorralada
te sentirás perdida o sola
tal vez querrás no haber nacido.

Yo sé muy bien que te dirán
que la vida no tiene objeto
que es un asunto desgraciado.

Entonces siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti como ahora pienso.

La vida es bella, ya verás
como a pesar de los pesares
tendrás amigos, tendrás amor.

Un hombre solo, una mujer
así tomados, de uno en uno
son como polvo, no son nada.

Pero yo cuando te hablo a ti
cuando te escribo estas palabras
pienso también en otra gente.

Tu destino está en los demás
tu futuro es tu propia vida
tu dignidad es la de todos.

Otros esperan que resistas
que les ayude tu alegría
tu canción entre sus canciones.

Entonces siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti
como ahora pienso.

Nunca te entregues ni te apartes
junto al camino, nunca digas
no puedo más y aquí me quedo.

La vida es bella, tú verás
como a pesar de los pesares
tendrás amor, tendrás amigos.

Por lo demás no hay elección
y este mundo tal como es
será todo tu patrimonio.

Perdóname no sé decirte
nada más pero tú comprende
que yo aún estoy en el camino.

Y siempre siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti como ahora pienso.

J. A. Goytisolo


jueves, 21 de abril de 2016

Reto de lectura.


El Huffington Post ha propuesto un reto de lectura. Consiste en una sugerencia para cada mes. Se puede empezar cuando se quiera.




http://www.huffingtonpost.es/2016/04/20/reto-de-lectura_n_9438128.html


Texto para comentar: "El sí de las niñas". Leandro Fernández de Moratín.


El sí de las niñas. Leandro Fernández de Moratín. Acto tercero, escena XIII.

DON DIEGO
Pues éste es el papel que tiraron a la ventana...
No hay que asustarse, ya lo he dicho. (Lee) «Bien mío: si no consigo hablar con usted, haré lo posible para que llegue a sus manos esta carta. Apenas me separé de usted, encontré en la posada al que yo llamaba mi enemigo, y al verle no sé cómo no expiré de dolor. Me mandó que saliera inmediatamente de la ciudad, y fue preciso obedecerle. Yo me llamo don Carlos, no don Félix. Don Diego es mi tío. Viva usted dichosa y olvide para siempre a su infeliz amigo. Carlos de Urbina.»

DOÑA IRENE
¿Conque hay eso?

DOÑA FRANCISCA
¡Triste de mí!

DOÑA IRENE
¿Conque es verdad lo que decía el señor, grandísima picarona? Te has de acordar de mí. (Se encamina hacia DOÑA FRANCISCA, muy colérica, y en ademán de querer maltratarla. RITA y DON DIEGO lo estorban.)

DOÑA FRANCISCA
¡Madre!... ¡Perdón!

DOÑA IRENE
No, señor, que la he de matar.

DON DIEGO
¿Qué locura es ésta?

DOÑA IRENE
He de matarla.

DON CARLOS, DON DIEGO, DOÑA IRENE, DOÑA FRANCISCA, RITA

(Sale DON CARLOS del cuarto precipitadamente; coge de un brazo a DOÑA FRANCISCA, se la lleva hacia el fondo del teatro y se pone delante de ella para defenderla. DOÑA IRENE se asusta y se retira.)

DON CARLOS
Eso no... Delante de mí nadie ha de ofenderla.

DOÑA FRANCISCA
¡Carlos!

DON CARLOS
Disimule
(A DON DIEGO) usted mi atrevimiento... He visto que la insultaban, y no me he sabido contener.

DOÑA IRENE
¿Qué es lo que me sucede Dios mío?... ¿Quién es usted?... ¿Qué acciones son éstas?... ¡Qué escándalo!

DON DIEGO
Aquí no hay escándalos... Ese es de quien su hija de usted está enamorada.... Separarlos y matarlos viene a ser lo mismo... Carlos... No importa... Abraza a tu mujer. (Se abrazan DON CARLOS y DOÑA FRANCISCA, y después se arrodillan a los pies de DON DIEGO.)

DOÑA IRENE
¿Conque su sobrino de usted?...

DON DIEGO
Sí, señora, mi sobrino, que con sus palmadas, y su música, y su papel, me ha dado la noche más terrible que he tenido en mi vida... ¿Qué es esto, hijos míos, qué es esto?

DOÑA FRANCISCA
¿Conque usted nos perdona y nos hace felices?

DON DIEGO.
Sí, prendas de mi alma... Sí.
(Los hace levantar con expresión de ternura.)

DOÑA IRENE
¿Y es posible que usted se determina a hacer un sacrificio?...

DON DIEGO
Yo pude separarlos para siempre, y gozar tranquilamente la posesión de esta niña amable; pero mi conciencia no lo sufre... ¡Carlos!... ¡Paquita!... ¡Qué dolorosa impresión me deja en el alma el esfuerzo que acabo de hacer!...Porque, al fin, soy hombre miserable y débil.

DON CARLOS
(Besándole las manos.)
Si nuestro amor, si nuestro agradecimiento pueden bastara consolar a usted en tanta pérdida...

DOÑA IRENE
¡Conque el bueno de don Carlos! Vaya que...

DON DIEGO
Él y su hija de usted estaban locos de amor, mientras que usted y las tías fundaban castillos en el aire, y me llenaban la cabeza de ilusiones, que han desaparecido como un sueño... Esto resulta del abuso de la autoridad, de la opresión que la juventud padece; estas son las seguridades que dan los padres y los tutores, y esto lo que se debe fiar en el sí de las niñas...Por una casualidad he sabido a tiempo el error en que estaba... ¡Ay de aquellos que lo saben tarde!

DOÑA IRENE
En fin, Dios los haga buenos, y que por muchos años se gocen... Venga usted acá, señor, venga usted, que quiero abrazarle. (Abrazando a DON CARLOS. DOÑA FRANCISCA se arrodilla y besa la mano a su madre.) Hija, Francisquita. ¡Vaya! Buena elección has tenido... Cierto que es un mozo galán... Morenillo, pero tiene un mirar de ojos muy hechicero.

RITA
Sí, dígaselo usted, que no lo ha reparado la niña... Señorita, un millón de besos. (Se besan DOÑA FRANCISCA y RITA.)

DOÑA FRANCISCA
Pero, ¿ves qué alegría tan grande?... ¡Y tú, como me quieres tanto!... Siempre, siempre serás mi amiga.

DON DIEGO
Paquita hermosa (Abraza a DOÑA FRANCISCA), recibe los primeros abrazos de tu nuevo padre...No temo ya la soledad terrible que amenazaba a mi vejez...Vosotros (Asiendo de las manos a DOÑA FRANCISCA y a DON CARLOS) seréis la delicia de mi corazón; y el primer fruto de vuestro amor... sí, hijos, aquél....no hay remedio, aquél es para mí. Y cuando le acaricie en mis brazos, podré decir: a mí me debe su existencia este niño inocente; si sus padres viven, si son felices, yo he sido la causa.

DON CARLOS
¡Bendita sea tanta bondad!

DON DIEGO

Hijos, bendita sea la de Dios.