miércoles, 28 de diciembre de 2011

Mirar y ver.


Poco antes de Navidad murió Manuel Jalón. Era aragonés, tenía 86 años y fue el inventor de la fregona. Ingeniero y oficial del Ejército de Aire, en los cincuenta observó que los hangares militares de Estados Unidos se fregaban con un trapo atado a un palo y un pesado cubo con rodillos. Esa fue la chispa. La fregona apareció en 1956 y liberó a millones de mujeres de la penosa y humillante tarea de lavar los suelos de rodillas. Todo esto sucedió porque Jalón supo ver. Por lo general se considera que un visionario es aquel que intuye lo que todavía no está en este mundo, lo que la realidad aún no ha dibujado. Pero hay otro tipo de visionario que es mi preferido, y es aquel que logra ver lo que sí existe pero nadie tiene en cuenta, porque permanece oculto bajo el velo de la rutina, del desamparo y del prejuicio. Como ese triste enjambre de mujeres que se agrietaban las manos y se desollaban las rodillas.

Para inventar algo tan sencillo y atinado hay que ponerse en el lugar del otro. Y en la España machista y franquista de los cincuenta no creo que fuera muy habitual ser hombre e ingeniero como Jalón y meterse en el pellejo de las mujeres humildes. ¡Si llevaban siglos fregando así! ¿Por qué no iban a seguir 10 siglos más? Con lo fácil que era pasar junto a ellas sin reparar en su presencia, porque quedaban por debajo de la línea visual. Sí, me encantan esas personas que logran percibir las necesidades sociales más básicas y que aplican su imaginación para paliarlas. Como Muhammad Yunus, el banquero de los pobres, que creó el microcrédito, otro invento simple y eficaz. Pero para eso hace falta ser capaz de ver la realidad. Ahora mismo hay en España 560.000 hogares sin ningún ingreso y en la pobreza más absoluta. Un 63% más que antes de la crisis. Necesitamos visionarios que se pongan a mirar con ingenio y corazón ese agujero.

Rosa MONTERO. El País. (27/12/2011)


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viernes, 23 de diciembre de 2011

JORGE SALÁN - Sexto asalto.


La insultante juventud de Jorge Salán no le ha impedido que nos ofrezca su sexto trabajo discográfico titulado Sexto asalto. Lleno de grandes canciones en las que, unido a su brillante técnica, hay un increíble esfuerzo por buscar la canción por encima de todo.

Las melodías se apoderan del oyente que queda indefenso ante tamaño despliegue de buen gusto. Hay canciones de todo tipo: más rockeras, fusión, coqueteos con el blues o el funky o el soul... Incluso incluye una sorprendente versión de "Dulces sueños" de El último de la fila.

Se trata de un álbum muy bien hecho, muy trabajado, buscando ofrecer música de calidad sin importar el género o las etiquetas. Que tengamos en nuestro país un artista tan joven, tan profesional y tan volcado en lo que hace es una verdadera suerte.

Podéis leer la reseña que preparé para Hard Rock & AOR en el siguiente enlace:


Os dejo el vídeo de presentación de este disco. La canción es "Tocar tierra":



Jorge Salan - Tocar tierra on MUZU.

jueves, 15 de diciembre de 2011

Nuevo álbum de DAUGHTRY: Break the spell




Los que seguís este blog ya conocéis a Chris Daughtry, quien presenta su tercer disco. Sus señas de identidad permanecen intactas así como su querencia hacia las melodías vocales. Continúa haciendo gala de un muy buen gusto en la composición si bien, en este nuevo trabajo, los temas son algo más relajados y hay menos exhibición vocal de tonos altos. Por ello este disco será perfectamente reconocible para cualquier aficionado a la música de Daughtry. Por un lado puede dar la sensación de algo ya escuchado, aunque no repetitivo; por otro es como volver a un lugar en el que nos encanta estar y al que regresamos siempre que nos queremos sentir bien.



viernes, 9 de diciembre de 2011

LAS VANGUARDIAS



A continuación tenéis el tema de las Vanguardias. Recordad que ésta es una parte del tema completo que viene enunciado para las PAU como "Novecentismo y Vanguardias". Por ello debéis unir los dos en uno con las exigencias de espacio habituales.

LAS VANGUARDIAS
Las vanguardias literarias son movimientos rupturistas que rompen con el subjetivismo romántico y el realismo que se había dado hasta el momento. No obstante, aceptan la idea de “el arte por el arte”. Otra de las ideas importantes es la de escribir para deleitar al lector, aunque el poeta vanguardista llegará a escribir para deleitarse a sí mismo. Admiten que la poesía carece de eficacia educadora e ideológica, pues, como dijo Thèophile Gautier; “cuando una cosa bella es útil, deja de ser bella”.
Los novecentistas habían traído novedades, a veces importantes; sin embargo, no podía hablarse de «ruptura» con respecto a la literatura anterior, sino más bien de «depuración», «innovación», etc. En cambio, una verdadera ruptura -más intensa que la modernista y quizá la más radical de las que se han dado en la historia de las artes y de las letras- es lo que significan los movimientos de vanguardia. En efecto, con este término (calcado del francés avant-garde) se han designado en nuestro siglo aquellos movimientos que se oponen, frecuentemente con virulencia, a la estética anterior y que proponen, con sendos manifiestos, concepciones profundamente nuevas del arte y de las letras.
En la aparición y consolidación de estos movimientos influirán de manera poderosa los estudios de Sigmund Freud, quien se sumergirá en el estudio de lo irracional para llegar a la conclusión de que el hombre se mueve por una serie de impulsos elementales que le conducen hacia el placer y la felicidad; impulsos, no obstante, que son reprimidos por la sociedad, de manera que el arte se convierte en un elemento para dar rienda suelta a lo más profundo de nuestro interior. De aquí se derivará la presencia de lo onírico, la exaltación de lo irracional y la escritura automática.
Lo que define en primer lugar a estos movimientos es su actitud de ruptura con el pasado. Si su espíritu rebelde había llevado a los modernistas, en muchos casos, a evadirse de la realidad inmediata evocando la cultura de otras épocas y a buscar nuevas formas, los vanguardistas llevarán la rebeldía hasta extremos más radicales: su afán de originalidad les hará renegar de los valores y formas de expresión tradicionales de la cultura y ello traerá como consecuencia la obsesión por la experimentación de nuevas formas, muy a menudo por medio de la excentricidad y el escándalo; así, en las artes plásticas proponen la combinación de las distintas artes (por ejemplo, música y pintura).
Desde París se dieron a conocer, a través de manifiestos y proclamas, multitud de movimientos cuya vida resultó, en la mayoría de los casos, efímera. El período de exaltación vanguardista puede considerarse acabado tras la crisis económica de 1929, con la salvedad del surrealismo.
Las Vanguardias aparecieron entre 1909 y 1930 y afectaron a todas las artes. Los más importantes movimientos de vanguardia fueron los siguientes:
El Futurismo. Apareció en 1909 promovido por Marinetti. Tiene una profunda admiración por el progreso y por todo aquello que lo caracterice (de ahí la famosa afirmación de que “un automóvil de carrera es más hermoso que la Victoria de Samotracia”). Los futuristas rompen con la sintaxis tradicional, y prescinden del adjetivo y del adverbio. Su postura rompedora hace que lleguen a sustituir los signos de puntuación por signos matemáticos.
En España, a pesar del entusiasmo de Gómez de la Serna, no llegó a crear escuela, aunque sí hay huellas en obras de Pedro Salinas o Alberti.
El Cubismo. Nacido en 1907 como escuela pictórica con Les demoiselles d’Avignon, de Picasso, tiene en Apollinaire a su máximo exponente a través de los Caligramas, en los que las disposiciones tipográficas de los poemas muestran una visualización del tema, lo que supone trasladar a la literatura la descomposición de la realidad.






El Dadaísmo. Surgió en 1916 con Tristan Tzara. Es el movimiento en el que más claramente se observa la destrucción de las formas estéticas tradicionales para incidir en lo absurdo de la vida. El nombre proviene de “dadá”, balbuceo de un niño.
El Surrealismo. Es el movimiento de vanguardia que mayor relevancia tuvo. Apareció en 1916 gracias a André Breton, de las cenizas del Dadísmo que había desaparecido por el cansancio de todo, por su nihilismo. Su objetivo fundamental era que el autor fuera capaz de liberar su expresión. Defienden la escritura automática (valora la inspiración por encima de la técnica. El creador es un mero transcriptor del inconsciente), sin el imperativo de las normas de la razón, sin puntuación y sin la sintaxis lógica que nosotros entendemos. Incorpora el mundo onírico (influencia de Freud). Es destacable la presencia del humor como elemento ejemplificador de que lo esencial es el placer.
El Expresionismo. Movimiento alemán que surge en 1910. Su mayor difusor, Ivan Goll, define el expresionismo como “la expresión de una realidad espiritual”. Realza la fealdad, lo demoníaco, destacan el caos como medio donde se desenvuelve su héroe, el cual tiende a la divinización, a ser un superhombre negativo y destructor.
En España, a partir de 1910, las principales corrientes vanguardistas surgen como ruptura con el Modernismo. Esas corrientes se configurarán como Ultraísmo y Creacionismo; pero bastante antes, gracias a Ramón Gómez de la Serna, el futurismo italiano se difundió en España mediante la publicación de la revista Prometeo. Es por ello que Gómez de la Serna aparece como el aglutinador del primer núcleo vanguardista, además de por su tertulia del Café Pombo.
Ultraísmo. El primer movimiento de la vanguardia española fue el Ultraísmo, el ismo, según acertado nombre de Gómez de la Serna, que quiere ir más allá de todos. El Ultraísmo pretendía dar una mayor importancia a la imagen y a la metáfora, suprimiendo la anécdota, lo narrativo y el exceso retórico. En la temática, frente a los motivos sentimentales y eróticos, se incorporan aspectos del mundo moderno: el cine, el maquinismo, la técnica y la ciencia.
Destacan dos libros: Imagen (1922) de Gerardo Diego y Hélices (1923) de Guillerno de Torre.
Creacionismo. Simultáneamente al Ultraísmo se desarrolla el Creacionismo con la llegada de Vicente Huidobro a España en 1918. Su propuesta tiene una clara conciencia poética, el antirretoricismo, la libre búsqueda de las analogías, la depuración de lo superfluo y la consagración del verso libre para la búsqueda exigente del ritmo interior del poema.
Huidobro, nacido en Santiago de Chile, buscaba que su poesía se alejara lo más posible de la realidad. Para él la poesía es creación, lo que hizo que el poema fuera autónomo y libre con respecto a ésta.
El dios poeta
Inventa nuevo mundo y cuida tu palabra.
¿Por qué cantáis la rosa? ¡Oh, poetas!
Hacedla florecer en el poema…
El poeta es un pequeño dios.
Vicente HUIDOBRO (1918)

Gerardo Diego aportó importantes reflexiones a la estética creacionista. Manuel de espumas es un ejemplo de su poesía de vanguardia.
RAMÓN creó su propio ismo, que tiene que ver con el Cubismo, con el Dadaísmo e, incluso, como el Surrealismo. Gómez de la Serna llevó a su literatura “otra realidad”, una “realidad lateral”. Contempla las cosas como desde distintos puntos de vista: cada cosa deja de ser lo que es para convertirse en todo lo que puede sugerirnos gracias al estímulo poderoso de la imaginación. Y todo ello con humor, lo que hace que el arte cumpla un fin lúdico.
Con esos ingredientes creo Ramón Gómez de la Serna la greguería, definida por él mismo como metáfora + humor.
La sidra quisiera ser champaña, pero no puede, porque no ha viajado lo suficiente.
El tiempo sabe a agua seca.
Sifón: agua con hipo.

viernes, 2 de diciembre de 2011

NICANOR PARRA recibe el Premio Cervantes 2011



El poeta chileno Nicanor Parra recibe el Premio Cervantes 2011, como reconocimiento a toda su trayectoria poética

Catedrático de de Matemáticas y Física, supo compaginar desde siempre sus quehaceres académicos con su producción literaria. Cofundador de la Revista Nueva, ocasional cultivador del cuento y del ensayo, es, sobre todo, poeta. Inicialmente evocativo y sentimental en Cancionero sin nombre (1937), más tarde adoptó en definitiva la línea que él mismo denomina "antipoesía", revelación irónica e iconoclasta de un mundo problemático, hecha en lenguaje antirretórico, coloquial, a menudo sorprendente. Esta renovación de proyecciones internacionales, comienza en Poemas y antipoemas (1954) y se prolonga en una docena de obras más.