miércoles, 30 de enero de 2013

Texto sobre la música, por Laura GORDON


Dejo este texto que una compañera de 2º de bachillerato ha escrito explicando lo importante que es la música en su vida. Creo que es un texto que merece mucho la pena y por ello lo comparto con vosotros.



Camino de Barcelona, saliendo de Madrid.

Este recuerdo no pertenece a mi memoria, pero las risas que mis padres, mi hermana y yo nos echamos cada vez que mi padre lo cuenta, no se borrarán nunca. Se que en ese viaje comenzó mi amor por la música. Nada más y nada menos que veintitrés veces tuvo mi padre que soportarme, con apenas año y medio, durante horas, diciendo "¡póniela otia ves, otia ves!". Esas veintitrés veces fueron las que mi padre puso, una y otra vez, una canción de Luis Miguel (cantante de boleros) a la que yo bauticé "brazos extraños" en el coche.

Recuerdo tardes enteras en mi salón, mis padres leyendo o charlando, yo mirando una pecera que teníamos con dos peces que no paraban de atacarse el uno al otro... y, cómo no, compartiendo música. La cantidad de veces que he bailado a la par aplastándole los pies a mi padre, el mueble de discos, las vacaciones en coche compartiendo la misma música...

Es por ello que pienso que la música ha sido imprescindible en mi vida. Doy gracias por haber disfrutado durante mi infancia todas esas tardes, esos viajes, esas risas bailando por el pasillo. Doy gracias por la cantidad de sensaciones que la música me ha arrancado, ya entrando en la adolescencia, hasta ahora.

Y es que no consigo imaginarme un día sin escuchar aunque sea una canción; y digo "imaginarme", porque no ha pasado aún un día en el que el ritmo, las letras, las voces, los falsetes, los bailes o los gallos en la ducha no se hayan producido.
Siento la música, la vivo, la respiro.

Es algo tan emocionante, que cuando descubro a alguien a quien no le gusta la música, no sé si envidiarle o sentir pena. Envidiarle, porque no depende de ella como un borracho de la bebida. Sentir pena, por la cantidad de cosas buenas que ha sido capaz de arrancarme a mí la música.

Toda clase de ritmos, toda clase de temas... el abanico es muy grande. Tiemblo mientras escribo, ciertamente la música es mi vida, es mi desesperación si no está sonando en algún momento de mi día a día.

Recuerdo cómo lloré en uno de los mejores viajes de mi vida; en un autobús con todos mis compañeros rumbo a algún lugar de Italia. Cómo mientras muchos dormían yo lloraba, temblaba y hasta tenía hipo escuchando la voz de Pavarotti traspasar los altavoces y acariciar mi corazón.

Vuelvo a sonreír... son tantas las veces que he llorado, que he reído, que he sentido cómo los escalofríos bailaban por mi cuerpo, y cómo el vello se me erizaba... que no soy capaz de describirlo.

Y es que hay cosas que por mucho que tratemos de explicar, nada mejor que una canción para traducir todas esas sensaciones aprisionadas, perdidas sin encontrar la salida de emergencia.

No hay palabras, pero sé que de alguna manera podría hablar de esto toda la vida.


3 comentarios:

  1. Me gustaría usar este texto como locución en mi próximo proyecto audiovisual. ¿Puedes darme tu permiso? Buscame en Facebook Manu Basallote Galván

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    1. Hola Manu, soy Laura (la autora del texto).
      En primer lugar muchas gracias por dedicar parte de tu tiempo a haberlo leído, es muy importante para mí y resulta muy gratificante descubrir gente que valora lo que haces.
      Mi correo es laura_gg95@hotmail.com y me gustaría ponernos en contacto por esa vía, ya que el facebook no lo uso.
      Un saludo :)

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  2. Hola Manu.

    Yo no puedo darte permiso porque no soy el autor del texto. Me pondré en contacto con la autora para que ella te busque en Facebook o, si lo prefiere, te indique su dirección de correo electrónico.

    Muchas gracias por tu interés.

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