viernes, 16 de octubre de 2009

Trece tristes trances de Albert SÁNCHEZ PIÑOL


Albert Sánchez Piñol es uno de los escritores que mejores críticas ha recibido en los últimos años tanto en nuestro país como en el extranjero, gracias sobre todo a sus novelas, en particular la sorprendente, impactante, original y magnética La piel fría. En esta ocasión, bajo un título que remite a Cabrera Infante, se presentan otros tantos relatos breves (algunos muy breves) en los que la frontera entre la realidad y la ficción se hace quebradiza y, en ocasiones, invisible. La originalidad a la hora de plantear y resolver los cuentos por parte del autor es uno de sus atractivos. En varios encontramos una pequeña (o gran) enseñanza o moraleja y en otros es el lector el que llega a conclusiones que es difícil dejar escapar.No todos alcanzan el mismo nivel, por lo que cada uno tendrá sus favoritos; en mi caso me quedo con "Entre el cielo y el infierno" (una reescritura de Jonás) y "La nave de los locos" sobre todo, aunque reconozco que he disfrutado con la mayoría de ellos: el dinamismo y la triste verdad de "Todo lo que necesita saber una cebra para sobrevivir en la sabana", la originalidad de "Cuando caían hombres de la luna", o la divertida y lamentable conclusión que se obtiene de "La solidaridad que vino de las estrellas".

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