lunes, 28 de septiembre de 2009

Meléndez Valdés

Para aquellos que quieran navegar por las dulces aguas de la poesía dieciochesca, os dejo un par de ejemplos de la poesía de Meléndez Valdés. Caprichosa, llena de tópicos y en muchas ocasiones empalagosa. El segundo, de tono erótico, seguro que os va a divertir.

ODA XXVIII
De Dorila

Al prado fue por flores
la muchacha Dorila,
alegre como el mayo,
como las Gracias linda.
Volvió a casa llorando,
turbada y pensativa,
el trenzado sin orden
las colores perdidas.
Pregúntanle qué tiene,
y ella llora afligida;
háblanle no responde,
ríñenle no replica.
¿Pues qué mal será el suyo?
Las señales indican
que cuando fue por flores
perdió la que tenía.

ODA III

Cuando mi blanda Nise
lasciva me rodea
con sus nevados brazos
y mil veces me besa,

cuando a mi ardiente boca
su dulce labio aprieta,
tan del placer rendida
que casi a hablar no acierta,

y yo por alentarla
corro con mano inquieta
de su nevado vientre
las partes más secretas,

y ella entre dulces ayes
se mueve más y alterna
ternuras y suspiros
con balbuciente lengua,

ora hijito me llama,
ya que cese me ruega,
ya al besarme me muerde,
y moviéndose anhela,

entonces, ¡ay!, si alguno
contó del mar la arena,
cuente, cuente, las glorias
en que el amor me anega.

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