Europe han encontrado a Europe después de una búsqueda que nos ha
dejado, tras el proceso de descubrimiento, una colección de discos
extraordinarios. Hemos asistido a un interesantísimo proceso de búsqueda de la
identidad de una banda con éxito, de universal popularidad (aunque limitada en
el conocimiento verdadero de la misma), y que ha tenido la posibilidad, la
incomparable oportunidad de forzar sus límites y encontrarse en su auténtica
personalidad, sus naturales inquietudes artísticas, y descubrir así que aquello
que siempre fueron no es lo que son, que lo que creíamos que eran ahora era sólo
el camino a recorrer, y que lo que son en realidad es más brillante, asombroso,
valiente y hermoso de lo que nunca llegamos
a imaginar, algo que ellos mismos posiblemente sólo sospechaban o intuían.
Como decía, el camino no ha sido estéril,
pues hemos podido ser testigos de ese proceso de creación que nos ha llevado
por momentos maravillosos y emocionantes marcados en cuatro excelentes trabajos
que, estoy convencido, van a quedar en el tiempo y cuyos futuros descubridores
disfrutarán dentro de algunos años. De las vertientes más actuales al clasicismo
más descarado, al final con War of Kings
han alcanzado el equilibrio más sabio, elegante y personal que puede ofrecer
actualmente la banda sueca, con todos sus miembros en un momento de, y esto es
lo que más atractivo me parece, absoluta, total e indiscutible inspiración. Joey Tempest ha logrado ese punto
necesario que buscaba para cantar canciones a las que parecía no terminar de
adaptarse por su natural registro y estilo. Ahora, con la voz un poco quebrada
y más sabiduría, canta como nunca sin perder nada de su reconocibles rasgos. John Norum se luce particularmente en
este álbum: sus solos son todos antológicos, con unas entradas extraordinarias,
repletos de melodías y cambios que beben tanto de sus intocables ídolos
clásicos como de su ADN formado en los 80. El teclado de Mic Michaeli está por fin donde le corresponde, pues en los
anteriores discos había quedado excesivamente en segundo plano, demasiado atrás
en la mezcla; ahora enriquece y perfila cada canción aportando ese indiscutible
aire 70’s. El discreto John Levén se
despeina en más de una ocasión dibujando líneas originales y diferentes, muchas
veces durante los solos. Y la batería de Ian
Haugland suena más cruda y directa que antes.
Con todo esto y una producción
muy cálida se han creado unas canciones sobresalientes. Cada una de ellas da un
paso más en la historia de la banda con respecto a lo escuchado hasta ahora, y
alcanzan la excelencia en muchas de ellas. Ya la canción de presentación y que
abre el disco dando título al álbum es lo suficientemente reveladora: riqueza
cromática, cambios en la ejecución, arpegios luminosos, un estribillo que
funciona como un trampolín emocional… “California 405” parece una versión
depurada de “Start from the dark” y se han atrevido a componer su propio
“Doctor Doctor” con “Days of rock ‘n’ Roll”, que es casi una canción metamusical. Así como “Praise you”
evidencia (y no es la única) una clara influencia de bandas como Deep Purple. “Hole in my pocket”
muestra restos de su magistral Secret
society, aquí con un sonido menos contemporáneo, más clásico; igual que la
melancólica balada “Angels (with broken hearts)”. Y tocan la gloria con “The
second day”, una composición excelente de un gusto bestial y una gran intensidad,
con todos los instrumentos brillando y con un John Norum inspiradísimo, igual
que Michaeli, que aquí hace que la canción se eleve mucho más.
Para descubrimiento y gozo de los
aficionados dejo el resto, como la maravillosa instrumental “Vasastan”, la canción
detrás de la que sospecho llevaban mucho tiempo, compuesta por Michaeli y
Norum.
Posiblemente War of kings sea el mejor
disco que han grabado Europe hasta la fecha, y muestra lo que es ser un
clásico: no se trata de sonar antiguo, sino que supone, por encima de todo, ser
intemporal.
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