domingo, 16 de enero de 2011

"El diablo sobre ruedas" de Steven SPIELBERG


Esta semana hemos visto la primera obra de Spielberg, uno de los directores imprescindibles de las últimas décadas y referente ineludible si hablamos de narración cinematográfica. Además, en la filmografía de su autor esta película ha quedado casi como un filme de culto. Y eso que en él aparecen, como una declaración de principios, muchos de los recursos que posteriormente utilizaría Spileberg en sus películas más populares y que forman parte ya del imaginario colectivo. Es obvio que El diablo sobre ruedas es, además de muchas otras cosas, casi un borrador de Tiburón. El montaje espectacular y calculadísimo es parte esencial del metraje (originalmente algo más de 70 minutos, aunque nosotros vimos una versión algo más larga), pues es el que marca la tensión y la intensidad narrativa. Ya comentamos en clase cómo los cambios de plano se hacen más rápidos según avanza al película y la desesperación de su protagonista.





La presencia del camión se hace más inquietante por aquello que os frustraba tanto: no sabemos quién es el conductor, nunca lo vemos, con lo que la personificación queda perfectamente realizada y potenciada a través de los "rasgos físicos" (los ojos que se encienden debajo del puente, por ejemplo).

Además, las paradas que hacemos en el viaje son imprescindibles como muy bien visteis, ya que nos sirven para identificarnos con el personaje y conocer su carácter: su fragilidad, que es lo que le hace tan vulnerable.

Si aún os quedó algo por comentar, podéis hacerlo aquí.


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