En el piso bajo de la
casa, en la parte que daba a la calle del Águila, había una cochera, una
carpintería, una taberna y la zapatería del pariente de la Petra. Este
establecimiento tenía sobre la puerta de entrada un rótulo que decía:
A
LA REGENERACIÓN DEL CALZADO
El historiógrafo del
porvenir seguramente encontrará en este letrero una prueba de lo extendida que
estuvo en algunas épocas cierta idea de regeneración nacional, y no le
asombrará que esa idea, que comenzó por querer reformar y regenerar la
Constitución y la raza española, concluyera en la muestra de una tienda de un
rincón de los barrios bajos, en donde lo único que se hacía era reformar y
regenerar el calzado.
Nosotros no negaremos
la influencia de esa teoría regeneradora en el dueño del establecimiento La regeneración del calzado; pero
tenemos que señalar que este rótulo presuntuoso fue puesto en señal de desafío
a la zapatería de enfrente, y también tenemos que dar fe de que había sido
contestado con otro aún más presuntuoso.
Una mañana lo de La regeneración del calzado se encontraron
anonadados al ver el rótulo de la zapatería rival. Se trataba de una hermosa
muestra de dos metros de larga, con este letrero:
EL
LEÓN DE LA ZAPATERÍA
Pío Baroja. La busca.
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