jueves, 26 de noviembre de 2009

SINONIMIA Y ANTONIMIA

El estudio de la sinonimia y la antonimia se enmarca en la Semántica, disciplina que estudia la descripción del significado de las palabras, de la estructura que tienen esos significados y de las relaciones que mantienen unos con otros dentro del sistema de la lengua.

La sinonimia se define como la identidad del significado entre dos unidades lingüísticas diferentes. Debe considerarse que hay diferentes conceptos, modos y ámbitos de significado, por lo que es lógico pensar que habrá distintos grados de sinonimia.

En primer lugar podría hablarse de SINONIMIA COMPLETA entre aquellas palabras que fueran idénticas en todas sus acepciones y usos. La existencia de tal tipo de sinonimia es muy improbable. Ni siquiera dos palabras de significados tan próximos como empezar y comenzar son sinónimos completos.

Si que es frecuente, en cambio, la SINONIMIA CONCEPTUAL o COGNITIVA, que entendemos como identidad semántica de dos unidades léxicas, o lo que es lo mismo, de determinadas acepciones de dos palabras diferentes. Así, según el diccionario de la R.A.E., existe sinonimia conceptual entre empezar ("comenzar, dar principio a una cosa") y comenzar ("empezar, dar principio a una cosa"). También unidades léxicas como cura y sacerdote, aula y clase, miedoso y temeroso son sinónimos conceptuales, y ello les permite ser intercambiables en los contextos donde se utilicen en la acepción que comparten. Sin embargo, no ha de olvidarse que el hecho de que sean intercambiables por tener la misma denotación no significa que la expresión vaya a tener el mismo sentido. Hay a menudo diferencias considerables debidas a los diversos valores asociativos que cada uno tenga: minino aporta matices afectivos que no tiene gato; aula y clase se oponen por diferencias de estilo.

Por último, se han incluido a veces dentro del ámbito de la sinonimia relaciones entre unidades léxicas que no son auténticos sinónimos porque no se produce identidad entre sus significados, sino más bien semejanza.

* SINONIMIA CONNOTATIVA. Sucede que hay términos con diferente denotación y que, sin embargo, comparten los mismo valores connotativos. Palabras como cerdo y grosero, o también con vocablos de connotaciones positivas: as y monstruo no tienen la misma denotación, pero pueden consisedarse como sinónimos connotativos en: Eres un as de la informática / Eres un monstruo de la informática.

* FALSA SINONIMIA. Algunas unidades léxicas tienen denotaciones que guardan cierta similitud, pero que no son en verdad idénticas. Algunas parejas de falsos sinónimos son: matar/asesinar, guapo/atractivo, alma/espíritu, etc.

La antonimia es una relación de oposición o contrariedad entre significados. Los antónimos pueden ser:

* COMPLEMENTARIOS, cuando la negación de uno implica la afirmación del contrario y viceversa (si alguien no está muerto, entonces está vivo, y a la inversa): presente/ ausente; ir/venir...

* RECÍPROCOS o INVERSOS. Ambos términos se implican recíprocamente: se es hijo con respecto a una madre, y viceversa; profesor/alumno; comprar/vender...

* GRADUABLES. Aquellas palabras cuyos significados opuestos admiten grados intermedios, por lo que pueden ser cuantificados, como caliente y frío, alto y bajo. Así, aunque caliente se opone a frío, es posible que no se dé ninguno de ellos, sino que aquello de lo que se habla esté templado. Asimismo pueden cuantificarse: muy caliente, poco caliente, bastante frío.

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